domingo, 28 de noviembre de 2010

Sufrir, amar, partir y andar sin pensamiento...

Suelo hacerme la idea de que en los momentos en que el ánimo decae la mejor solución es una inyección artística, y la mejor medicina es la música. Me resguardo en canciones que en otro momento quizás no significaron nada pero ahora tienen un valor inmenso. Cuando la letra, esa poesía mística, ideada hace unos cuantos años, quizá unos cuantos más que yo (o quizá no), deja de ser un mont ón de letritas amontonadas y pasan a ser un mensaje, que como un cuchillo bien afilado se me clava, certero, en el medio del alma.
En otros momentos me pasó con otras canciones, generalmente con algunos exponentes del rock local, de acuerdo a la edad que todavía tengo, con la que se corresponde medianamente. Es inevitable, y muy a menudo, estar escuchando una canción desconocida y sentirse identificado en algún fragmento de la letra, o esperar la estrofa indicada de canciones que ya conocemos.
De todas formas, mi problema ahora es con el tango. Me resulta difícil escuchar tantos tangos sin evocar su recuerdo. Si Cadícamo escribió en 1943 que aunque quiera arrancarla, desecharla y olvidarla, la voy a recordar más, aunque siete años antes ya me había dicho que la angustia de sentirme abandonado la iba a sentir cuando pensara que otro a su lado le hablaría de amor. Contursi también me había dicho en 1940 que la soledad me iba a acobardar y, también, el miedo enorme de morir lejos de ti. No obstante, me sugirió que eran mil fantasmas los que volverían a burlarse de mí, a pesar de que la angustia de saber muertas la ilusión y la fe no me hubiera abandonado.
Aún así, Cadícamo me confió en 1942 que hoy ibas a entrar en mi pasado. Pero si te borro, si te olvido, si te hago pasar a otro lugar que no sea el que ocupás hoy, voy a dejar de escuchar tangos. Además, Discepolo me dijo, en 1929, que cuando piense en no verte voy a temblar. Mejor quedate donde estás.

1 comentario:

MIGUEL ERRE dijo...

o mejor, casi con Pessoa, volvé allí, donde nunca estuviste!

abrazo
M